Cuando pensamos en violencia, lo primero que se nos viene a la mente es la agresión física, los golpes, gritos, peleas feroces entre dos personas o dos grupos. Luego recordamos que también existe la violencia psicológica, y dentro de esta, que sigue siendo “violencia”, recorremos los distintos matices que presenta, entre ellos, la manipulación.
Las personas manipuladoras son aquellas, que mediante distintos métodos persuasivos que van desde lo más sutil e indirecto hasta la misma agresión física, intentan convencer a otro u otros de que estos piensen, sientan y hagan como ellos quieren o como a ellos les parece que debe ser.
Personas con muy poca flexibilidad, que se valen de recursos inverosímiles para convencer a sus víctimas. Personas, estas últimas, susceptibles a este tipo de personalidades.
Los manipuladores (hombres y mujeres) son grandes actores y actrices. Ni acá ni en ninguna forma de violencia se puede hablar de “género”, dicho sea de paso la Real Academia Española critica el término “violencia de género”. Porque la violencia no es una condición de un género sexual en particular, no es entre géneros, la violencia es entre personas indistintamente de sus condiciones sexuales, sociales, culturales, económicas...
Los manipulados son personas con una autoestima baja, con carencias afectivas que les hacen sentir una constante necesidad de aprobación, dependientes emocionales. Y con una gran vocación de sufrimiento, personas que muchas veces asumen que el amor es puro “sacrificio”.
Los manipuladores están centrados en ellos mismos y arman sus vidas a su medida, sacando y poniendo personajes según su conveniencia. Manejando distintos discursos según la ocasión. Necesitan acomodar sus vidas y se obsesionan y las dirigen como una gran obra teatral, sin ser conscientes de esto.
Los manipulados generalmente creen amar a quien los manipula. Sintiéndose todo el tiempo con el temor de que quien le “maneja la vida” se vaya o los abandone, sintiendo un gran vacío al solo imaginar qué harían sin esa persona al lado.
El manipulador, para describirlo mejor, es un psicópata. Que utiliza cualquier medio para manejar a otros, llorando, mintiendo, seduciendo, asumiendo un rol de víctima de distintas situaciones, induciendo, rogando, obligando, lastimando, chantajeando y finalmente (en algunos casos) pidiendo perdón. Es muy difícil que no sean golpeadores, y es indudable que cometen abusos verbales y/ó psicológicos. En poco tiempo de compartir con ellos hacen a otro vivir alguna situación en la que este deberá ó debería suplicarle perdón aunque haya sido una nimiedad lo que ocurrió.
Como son el centro de sus propios mundos, poco y nada saben de lo que es "empatía". No les interesa ponerse en el lugar de otros. Ya que la única persona que les interesa en el mundo, son ellos mismos.
Si te sentís incómodo/a cuando estás con alguien con quien tenés un vínculo estrecho, si sentís vergüenza frente a otros de alguno de sus comportamientos, si tenés miedo y la sensación de que siempre estás en falta, si siempre terminás haciendo algo de lo que de verdad no estás convencido/a sólo por complacerlo…cuidado! Es probable que estés con una persona manipuladora.
Que siempre se salen con la suya, que siempre hacen que vos, o los que lo rodean hagan lo que ellos quieren. Y porque está convencido de que así debe ser.
Son personas mentirosas y muy inteligentes, generalmente arman estructuras importantes, suelen tener vidas y personalidades paralelas. Un mismo personaje no le funciona con todos sus manipulados por igual. Y se las ingenian para culpar a otros, siempre de todo, no tiene ningún registro de responsabilidad personal.
Los vínculos entre personas deben siempre hacernos sentir bien, sean de amistad, de trabajo, de familia, de pareja. Uno trabaja para esto todos los días. Cuando un vínculo nos lastima, nos enoja, nos entristece, nos intimida, nos desestabiliza, nos humilla... hay que revisarlo, sanarlo ó dejarlo.
Si no puedes, busca ayuda profesional. Recuerda que crecimos creyendo en muchos mitos con respecto al amor, creemos que “el amor es sufrir, dar todo de sí y no esperar a cambio nada” y no es así, el amor nos debe ayudar a crecer, hacernos sentir bien, plenos, confiados en nosotros mismos, el otro amor, el resignado y sufriente es para los seres iluminados, a saber Jesús, Ghandi, Teresa de Calcuta. No para nosotros, que somos personas comunes, con una vida muy corta, que debemos vivir lo mejor que podamos día a día.
El amor es una decisión que incluye la decisión de tener una vida tranquila, respetando y haciéndonos respetar, y depende “siempre” de nuestra elección, no de otros.
La violencia es el resultado de muchos factores que confluyen a la vez. No se la puede analizar sacando del contexto a las personas y su manera de “ser” en el mundo.
Deberíamos asumir un compromiso más serio con respecto a la prevención. Y prevención es información y también es generar espacios de escucha genuina.
Counseling no tiene una traducción exacta al castellano, podemos decir que es auxiliar, acompañar, ayudar, asistir, una Profesión de Ayuda que tiene más de 80 años en el mundo y más de 25 en la Argentina. En una época de "amores líquidos", donde todo es "light" "fast" "easy" intento promover la idea de que las relaciones interpersonales pueden ser sanas, satisfactorias, profundas, duraderas y ayudarnos a crecer.
miércoles, 30 de noviembre de 2011
miércoles, 23 de noviembre de 2011
"Si puedes soñarlo, puedes hacerlo!" Walt Disney ... Será verdad? (Clr.Gabriela Birri)
Te ha pasado alguna vez que sientes que el mundo conspira en tu contra ? Que cada esfuerzo que haces parece inútil, que la realidad y algunas personas intentan arrebatarte una de las cosas más preciadas que tienes… la fe ?
Y sientes ganas de salir corriendo, o de largarte a llorar. Te sientes incomprendido y en un punto “perseguido” por una especie de mala racha ó maldición. Lo que esperas se demora, lo que quieres tarda en llegar, tu sueño parece desfallecer ante la cruda realidad que intenta convencerte que mejor es desistir, tirar la toalla y dar por perdido lo que esperabas y volver a empezar con otra cosa.
Y pasas por distintas etapas, tristeza, desilusión, enojo, te sientes incomprendido y solo, frente a lo que te rodea y que a gritos te dice “no podrás con esto”. Hasta que finalmente te encuentras con dos caminos, claudicar y ceder ó a pesar de todo … seguir adelante con lo que quieres.
Hablo de algunos proyectos, porque sabemos que hay situaciones irremediables, hablo de los sueños que, aunque un poco locos, tenemos todos. Ese plan de cambiar de trabajo, de comenzar un negocio, de viajar, de cambiar el coche, de carrera universitaria, de lanzarte y animarte a dar un paso que cambiara tu vida radicalmente y quizás quienes te rodean, te dicen “estás loco/a”… no podrás.
Y aún así, sigues creyendo, sigues teniendo Fe, pero no hablo de fe en el sentido religioso, si bien creo en Dios, hablo de la Fe en su concepto original, hecho para quienes creen y para quienes no creen en Dios, y ese concepto está en la Biblia y aplicable para todos, aunque, repito, no creamos en Dios. En Hebreos 11: 1 dice “Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve”. Y esto es lo que les pasa a las personas que consiguen lo que se proponen, tienen, experimentan la FE, en Dios, en ellos, en un proyecto, en una idea, en un sueño… en todo lo anterior junto. Y no se dejan persuadir por la realidad o quien sabe, por otros ó por ellos mismos y el autoboicot que a veces en forma de “deber ser” aparece, cuestionando y criticando cada paso o intentando convencerlos de que sencillamente no podrán. Paulo Coehlo habla “del otro”, “de la otra” que habita dentro de cada uno de nosotros.
Y de este concepto podríamos hablar y escribir un libro, pero este principio que tiene miles de años, es la causa más razonable por la cual los soñadores, los emprendedores, los entusiastas… y los locos…consiguen y logran sus propósitos. Y cuando digo “locos” me refiero a los que cuando tienen una idea que parece imposible, van detrás de ella y el resto dice: “es una locura” y al tiempo vemos que ese loco, desafió la realidad que a gritos le decía “no” y con FE en quien sabe…en el,en la fuerza de su sueño…lo consiguió. Y estos locos son los que logran transformar el mundo, los que consiguen grandes cambios, los que conquistan, los que llegan adonde se proponen.
Hablo de una Fe “activa”, puesta en obras, en marcha, no de una versión pasiva, porque eso no sería fe, sería esperanza. Y la esperanza sí que depende de otros, de Dios, del azar, del Universo y de a quien quieras adjudicarle tu triunfo ó tu derrota.
Cuando vamos en busca de algo grande: somos locos … y la verdad me gusta ser una loca, no hay satisfacción más grande cuando logramos algo que estadísticamente era imposible, darnos cuenta que con solo tener FE, CREER y tener la suficiente LOCURA, podemos lograr lo que nos proponemos.
A pesar, y más allá de que los cuerdos digan que no.
Y sientes ganas de salir corriendo, o de largarte a llorar. Te sientes incomprendido y en un punto “perseguido” por una especie de mala racha ó maldición. Lo que esperas se demora, lo que quieres tarda en llegar, tu sueño parece desfallecer ante la cruda realidad que intenta convencerte que mejor es desistir, tirar la toalla y dar por perdido lo que esperabas y volver a empezar con otra cosa.
Y pasas por distintas etapas, tristeza, desilusión, enojo, te sientes incomprendido y solo, frente a lo que te rodea y que a gritos te dice “no podrás con esto”. Hasta que finalmente te encuentras con dos caminos, claudicar y ceder ó a pesar de todo … seguir adelante con lo que quieres.
Hablo de algunos proyectos, porque sabemos que hay situaciones irremediables, hablo de los sueños que, aunque un poco locos, tenemos todos. Ese plan de cambiar de trabajo, de comenzar un negocio, de viajar, de cambiar el coche, de carrera universitaria, de lanzarte y animarte a dar un paso que cambiara tu vida radicalmente y quizás quienes te rodean, te dicen “estás loco/a”… no podrás.
Y aún así, sigues creyendo, sigues teniendo Fe, pero no hablo de fe en el sentido religioso, si bien creo en Dios, hablo de la Fe en su concepto original, hecho para quienes creen y para quienes no creen en Dios, y ese concepto está en la Biblia y aplicable para todos, aunque, repito, no creamos en Dios. En Hebreos 11: 1 dice “Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve”. Y esto es lo que les pasa a las personas que consiguen lo que se proponen, tienen, experimentan la FE, en Dios, en ellos, en un proyecto, en una idea, en un sueño… en todo lo anterior junto. Y no se dejan persuadir por la realidad o quien sabe, por otros ó por ellos mismos y el autoboicot que a veces en forma de “deber ser” aparece, cuestionando y criticando cada paso o intentando convencerlos de que sencillamente no podrán. Paulo Coehlo habla “del otro”, “de la otra” que habita dentro de cada uno de nosotros.
Y de este concepto podríamos hablar y escribir un libro, pero este principio que tiene miles de años, es la causa más razonable por la cual los soñadores, los emprendedores, los entusiastas… y los locos…consiguen y logran sus propósitos. Y cuando digo “locos” me refiero a los que cuando tienen una idea que parece imposible, van detrás de ella y el resto dice: “es una locura” y al tiempo vemos que ese loco, desafió la realidad que a gritos le decía “no” y con FE en quien sabe…en el,en la fuerza de su sueño…lo consiguió. Y estos locos son los que logran transformar el mundo, los que consiguen grandes cambios, los que conquistan, los que llegan adonde se proponen.
Hablo de una Fe “activa”, puesta en obras, en marcha, no de una versión pasiva, porque eso no sería fe, sería esperanza. Y la esperanza sí que depende de otros, de Dios, del azar, del Universo y de a quien quieras adjudicarle tu triunfo ó tu derrota.
Cuando vamos en busca de algo grande: somos locos … y la verdad me gusta ser una loca, no hay satisfacción más grande cuando logramos algo que estadísticamente era imposible, darnos cuenta que con solo tener FE, CREER y tener la suficiente LOCURA, podemos lograr lo que nos proponemos.
A pesar, y más allá de que los cuerdos digan que no.
viernes, 18 de noviembre de 2011
La infidelidad virtual, es infidelidad al fin de cuentas ? (Clr.Gabriela Birri)
“Encontré el facebook abierto de mi esposo, ví que había estado chateando con una mujer con la que mantiene una historia de amor, aunque parece que no pasó del facebook aún, crees que me engañará? Crees que no pasará de ser un juego ?”
Vayamos al significado de fidelidad, viene del latín fidelitas, que significa servir a un Dios. Por eso llamamos fieles a los adeptos a algunas religiones, fieles ó feligreses. Y podemos decir que uno es fiel porque tiene fe, porque cree en algo, en Dios, en un proyecto, en una persona. Fiel es el que cree, el creyente.
De otro modo, si no tenemos fe, si no creemos no podemos ser fieles.
Cuando se es infiel ? Somos infieles cuando dejamos de ser creyentes y servir a un Dios, de apostar a un proyecto, de ser leal a una persona y de permanecer en una situación que está en disintonía con nuestra esencia, pasamos a ser infieles con nosotros mismos.
Existen muchas maneras de ser infiel ? La infidelidad virtual es infidelidad ? Tú qué crees ? Hasta qué punto lo virtual no forma parte de nuestra realidad, cuando hoy pasamos gran parte de nuestros días sumergidos en redes sociales ? Y lo peor, creemos que es nuestra vida real. Facebook, Twitter, My Space, etc. Lugares de evasión de millones, grandes vidrieras donde nos exhibimos y “vendemos” una imagen nuestra que no es la real. Donde, amén de que se trasluce de alguna manera, ocultamos nuestro verdadero yo y mostramos a los miles o cientos de amigos virtuales o contactos, que somos maravillosos, exitosos, superados, cancheros, bellos, inteligentes, audaces, libres de cualquier atadura, porque si no fuera así, nadie se mezclaría con gente comprometida y viviríamos en paz. No ?
Descuidamos nuestras vidas reales, por pensar en la última publicación, en ese video que me dejaron en el muro y en el sentido oculto que pueda tener, de repente una canción de amor, me la habrá dedicado? Y como ese ejemplo miles, de cómo no podemos desprendernos de ese espacio virtual, llámese como se llame.
Cuando fue que nos zambullimos en ese maremoto de banalidades para llenar espacios vacíos de nuestra vida ? No digo que esté mal pertenecer a una red social, reencontrarse con amigos de la infancia y conocer personas de otras culturas. Digo que es muy delgada la línea que separa la distracción de la dependencia. La autenticidad del exhibicionismo. Es como jugar con fuego, mas tarde o más temprano, nos quemamos. Si jugamos a ser sensuales, terminaremos “pecando” “cayendo” indefectiblemente.
Y la infidelidad no comienza de un momento a otro… Es un proceso… Si estoy comprometida con alguien y me gusta un contacto en facebook, es porque algo anda mal, en la 3 D, en la realidad. Es porque dejé de compartir mi tiempo libre con mi pareja, dejamos de conversar como solíamos hacerlo, y empezamos a decir, negadores, "es un espacio personal, para mí mismo donde puedo ser yo…".(¿?)
Podemos ser nosotros virtualmente, podemos enamorarnos, excitarnos, tener sexo virtual, fantasear, porque es un espacio personal y privado ??? Realmente creemos lo que decimos ?
Si perdemos el diálogo, si nos alejamos cuando deberíamos acercarnos en nuestra realidad, si nos escapamos, comenzamos a caer y en caída libre.
Si me enamoro de una foto o de un par de fotos, de un tipo que dice (“Copy & Paste”) frases maravillosas, si deseo lo que no veo, lo que no escucho, lo que está lejos, no será que estoy mal ?
No será que no puedo hacerle frente a la realidad que me dice, “algo no está bien” y hago oídos sordos ?
No será que dejamos, porque es compartido… de acercarnos, de dialogar con quien tengo al lado y asumimos que un desconocido o desconocida, es el amor de nuestra vida, una tentación, un regalo ?
El diálogo, las palabras que nos hacen personas, el diálogo la base del éxito en cualquier vínculo además del amor, porque el amor solo, de por sí, no alcanza… El diálogo está fallando, está faltando, estamos alejados y cada vez la brecha se hace más grande. Nos alejamos más, dejamos de creer en nuestro proyecto, dejamos de tener fe en él. Nos da lo mismo, nos empieza a gustar lo otro. Que quizás algún día se convierta en realidad. Si es que nuestro enamorado/a virtual no se pone a coquetear con otros/as antes y nos rompe el corazón… Con suerte, podría salir bien.
Y el que tenía al lado, ya dejó de importarme. Quizás a él yo también.
Otras personas me provocan cosas, sensaciones, emociones y yo soy tan débil…no me puedo resistir. Como los adolescentes. Mientras la realidad , modificando la famosa frase de John Lennon …es lo que sucede mientras nosotros vivimos en una red social virtual.
Apostemos a mejorar nuestros vínculos reales, salvemos nuestras parejas de las calamidades virtuales, que son como pandemias, que atentan contra los vínculos tradicionales, que en definitiva son los únicos que nos harán crecer como personas …evolucionar y que son los pilares de una sociedad, como la familia, ni más ni menos.
La infidelidad no tiene dimensiones, es ó no es. Y si es, no importa si es virtual, real, telefónica, de pensamiento, de palabra, por mail…sencillamente ES.
Aunque la justicia Argentina, franca y conocidamente decadente, diga que no.
martes, 15 de noviembre de 2011
Mujeres, quién lleva los pantalones ? (Clr.Gabriela Birri)
Pregunto, en tu pareja, quién ? En tu casa, en tu matrimonio, en el rol compartido de padres.
“Llevar los pantalones” significa para quienes no son de Argentina, ocupar un rol dentro de los estados descriptos antes, de relativa “fuerza”. Y aunque me salten encima algunas feministas, los debería llevar él, por supuesto.
No me digas que vos, porque si sos vos la que lleva los pantalones, vamos por mal camino.
A veces, si estamos solas, no queda otra y nadie duda de que los llevamos a la perfección.
El problema es cuando no estamos solas y actuamos “como si”.
Dentro de mi trabajo con la ayuda, escucho no solo a mujeres, sino también a hombres. Que se preguntan en qué momento sucedió que dentro de su pareja, matrimonio, familia, fueron perdiendo su papel y pasaron a ser un hijo más de ellas. Me ha inspirado este escrito un hombre que me dijo: “Las chicas súper poderosas leen a Maitena y se creen que se las saben a todas” (SIC. De la boca de un macho argentino) , “ella es la que dice lo que vamos a hacer y si me atrevo a cuestionar algo, terminamos mal”, “se hace la superada y me subestima delante de todos o en privado”, “me echa en cara que ella gana más y que tiene derecho a decidir ciertas cosas” “me trata de poco hombre delante de los chicos”, “me dijo que si no me gustaba me fuera, que ella puede con todo” pasa en la vida real, como reza la propaganda de TNT…
Estas cuestiones me hacen re pensar en los roles, que para algo existen y como filósofa frustrada que soy, comienzo pensando en esto y termino pensando en la vida en las cavernas, en la época que el hombre le daba un palazo a la mujer en la cabeza para convencerla de lo que quería. Y la llevaba a la rastra . Por qué lo harían ? Porque no sabían comunicarse de otra manera. Hasta que el lenguaje, el hombre y la mujer evolucionaron y hoy con el lenguaje y todos los medios con los que contamos para comunicarnos, sobrevivimos a una sarta de teorías de igualdad de géneros, que no discuto que exista y que deba seguir existiendo, somos iguales ante la ley, para las oportunidades de trabajo, progreso, políticas (no tanto, es poco el cupo femenino todavía) etc. No lo discutiré, sí cuestiono los fanatismos, el machismo y en contraposición el feminismo, que intenta no sé bien qué cosa, pero díganme si las feministas no son machistas en versión femenina?
Ni lo uno, ni lo otro.
Somos diferentes, física y psicológicamente distintos. Nuestros cerebros funcionan distinto y tienen distintas respuestas frente a las mismas situaciones, las emociones las expresamos de manera distinta.... Cuando aceptaremos que somos distintos y nos complementamos ? Génesis lo dice clarito “Y los creó hombre y mujer” , y a cada uno dotó Dios de distintas capacidades y fuerzas, es algo más que obvio no ?
Donde? Cuándo se armó el lío ? Cuando las mujeres empezamos a ganar espacios que por supuesto nos correspondían y corresponden en la sociedad, hubo cierta propaganda (como siempre el marketing metiendo la cola) si bien es cierto que somos inteligentes y a veces más que los hombres, no podemos algunas cosas, por ejemplo no podemos ocupar ciertos lugares, repito, cuando estamos en pareja. Primero deberíamos entender que una pareja, como lo indica la palabra es “pareja” que es un feedback y que se retroalimenta, si por cuestiones excepcionales, debemos, por ejemplo, salir a trabajar nosotras, no nos creamos nada raro, es momentáneo que tu compañero esté sin trabajo y en vez de hacerte la ganadora, deberías acompañarlo y estar más unida a él que nunca.
Socialmente el hombre es el padre de familia, el jefe del hogar, la imagen paterna tan necesaria para que nuestros hijos crezcan y se desarrollen sanamente. Entonces, si tenés pareja, esposo, papá para tus hijos por qué no lo dejás cumplir con su rol, y por ejemplo aquellas decisiones que consensuará primero con vos, serán decisiones que afrontará como hombre y lo más importante vos podrás cumplir tu rol de mujer, haciendo lo que tenés que hacer como mujer. Y esto no significa que sos débil, que dejás de ser vos, que perdés espacios, que sos menos, no….simplemente si dejás de lado tus prejuicios, serás la mujer que genéticamente sos desde la concepción.
Podés ser ama de casa, mamá, empleada, artista, escritora, decoradora todo junto y la mujer del hombre que elegiste para compartir tu vida. Y no una versión deformada de las primeras luchadoras feministas de los años 60 y 70 que valientes lucharon por la igualdad de oportunidades laborales y de inserción social como protesta a un sistema que no les permitía ni siquiera emitir votos en las elecciones democráticas. Todo empezó con las mejores intenciones, hasta que, no se puede precisar con exactitud, el feminismo pasó a ser una manera de desprestigiar al hombre, de burlarse de él y los hombres por contrapartida salieron a defenderse de manera similar. Si buscamos en internet frases feministas y machistas vemos esto que digo, es decir en un punto, se convirtió en una lucha por un poder que nadie en realidad puede ostentar. Hombres sin mujeres, mujeres sin hombres. Recuerdo la isla de Lesbos y la filosofía que la sustentaba, también su fracaso. Y sin entrar al tema homosexualidad, porque no es lo que estoy cuestionando, ni de lo que estoy hablando,hablo de lo que es mayoría, un hombre y una mujer.
Cada uno en su lugar, amando, respetando al otro, cumpliendo cada uno su rol, no suena utópico. Es más, suena saludable.
La misandria y la misoginia atentan contra la pareja y contra la existencia de la sociedad en general, en alto o en menor grado. La violencia tanto del hombre como la de la mujer es una enfermedad que se transmite, se transfiere a los hijos, a la sociedad. Y la repudio enérgicamente.
Hablo de un equilibrio, que debe existir y es indispensable. Así como los hijos deben ser hijos y no amigos, ni compañeros de salidas.
Aceptemos que somos diferentes. Cada uno en su lugar y la casa estará en orden.
Soy mujer y hay cosas sinceramente que me encanta no hacer y que las haga el hombre de mi casa. Como a él le gusta las cosas que hago y a él no le gustan o no puede hacer, porque una charla con una hija adolescente sobre sexualidad es una tarea de mamá. Y la charla sobre sexo con un adolescente o joven varón las debe tener con su padre. Por poner un ejemplo, puedo citar otros, el arreglo del coche, reparaciones dentro de la casa en general, arreglar una gotera, un enchufe, cambiar las lamparitas y dejarnos a nosotras la decoración ,el cuidado del jardín, etc. Y atención, que están aquellas cosas que son indistintas, compartidas y en ocasiones cambiantes, como la limpieza , el paseo del perro, sacar la basura y el orden en general.
No está escrito en ningún lado que la mujer no pueda o el hombre, pero por qué complicarnos con cosas para la que no estamos preparados, es más, cosas que no tenemos ganas de haacer la mayoria de las veces.Sumando de una manera desordenada responsabilidades mal distribuidas con el consiguiente cansancio que acarrea peleas, en fin, ya sabemos cómo termina la historia.
El lema es: hacer sólo aquellas cosas que como mujer puedo, debo y quiero además, acordando explícitamente todo con mi pareja y no ocupar todos los espacios yo, como si estuviera sola y lo peor... como si pudiera, después nos quejamos de que en vez de parejas tenemos un hijo más….Y yo me pregunto, hasta qué punto no somos nosotras las que contribuimos para que esto suceda ?
Como el juego del Don Pirulero….que cada cual atienda su juego… Y agrego : en pos al objetivo en común que tenemos… Con mucho diálogo, con mucho amor, mucha empatía, con mucha philia y mucho ágape.
Sin teorías ni fanatismos, y como dice Pilar Sordo : que vivan las diferencias !
No es una competencia, es una pareja, con acuerdos y desacuerdos, debe ser “pareja” en el trabajo en común y esto se logra cuando cada uno ocupa su rol y respeta el del otro… Probemos… Y como resultado tendremos, matrimonios más felices, familias más ordenadas y las cabezas de nuestros hijos más sanas.
“Llevar los pantalones” significa para quienes no son de Argentina, ocupar un rol dentro de los estados descriptos antes, de relativa “fuerza”. Y aunque me salten encima algunas feministas, los debería llevar él, por supuesto.
No me digas que vos, porque si sos vos la que lleva los pantalones, vamos por mal camino.
A veces, si estamos solas, no queda otra y nadie duda de que los llevamos a la perfección.
El problema es cuando no estamos solas y actuamos “como si”.
Dentro de mi trabajo con la ayuda, escucho no solo a mujeres, sino también a hombres. Que se preguntan en qué momento sucedió que dentro de su pareja, matrimonio, familia, fueron perdiendo su papel y pasaron a ser un hijo más de ellas. Me ha inspirado este escrito un hombre que me dijo: “Las chicas súper poderosas leen a Maitena y se creen que se las saben a todas” (SIC. De la boca de un macho argentino) , “ella es la que dice lo que vamos a hacer y si me atrevo a cuestionar algo, terminamos mal”, “se hace la superada y me subestima delante de todos o en privado”, “me echa en cara que ella gana más y que tiene derecho a decidir ciertas cosas” “me trata de poco hombre delante de los chicos”, “me dijo que si no me gustaba me fuera, que ella puede con todo” pasa en la vida real, como reza la propaganda de TNT…
Estas cuestiones me hacen re pensar en los roles, que para algo existen y como filósofa frustrada que soy, comienzo pensando en esto y termino pensando en la vida en las cavernas, en la época que el hombre le daba un palazo a la mujer en la cabeza para convencerla de lo que quería. Y la llevaba a la rastra . Por qué lo harían ? Porque no sabían comunicarse de otra manera. Hasta que el lenguaje, el hombre y la mujer evolucionaron y hoy con el lenguaje y todos los medios con los que contamos para comunicarnos, sobrevivimos a una sarta de teorías de igualdad de géneros, que no discuto que exista y que deba seguir existiendo, somos iguales ante la ley, para las oportunidades de trabajo, progreso, políticas (no tanto, es poco el cupo femenino todavía) etc. No lo discutiré, sí cuestiono los fanatismos, el machismo y en contraposición el feminismo, que intenta no sé bien qué cosa, pero díganme si las feministas no son machistas en versión femenina?
Ni lo uno, ni lo otro.
Somos diferentes, física y psicológicamente distintos. Nuestros cerebros funcionan distinto y tienen distintas respuestas frente a las mismas situaciones, las emociones las expresamos de manera distinta.... Cuando aceptaremos que somos distintos y nos complementamos ? Génesis lo dice clarito “Y los creó hombre y mujer” , y a cada uno dotó Dios de distintas capacidades y fuerzas, es algo más que obvio no ?
Donde? Cuándo se armó el lío ? Cuando las mujeres empezamos a ganar espacios que por supuesto nos correspondían y corresponden en la sociedad, hubo cierta propaganda (como siempre el marketing metiendo la cola) si bien es cierto que somos inteligentes y a veces más que los hombres, no podemos algunas cosas, por ejemplo no podemos ocupar ciertos lugares, repito, cuando estamos en pareja. Primero deberíamos entender que una pareja, como lo indica la palabra es “pareja” que es un feedback y que se retroalimenta, si por cuestiones excepcionales, debemos, por ejemplo, salir a trabajar nosotras, no nos creamos nada raro, es momentáneo que tu compañero esté sin trabajo y en vez de hacerte la ganadora, deberías acompañarlo y estar más unida a él que nunca.
Socialmente el hombre es el padre de familia, el jefe del hogar, la imagen paterna tan necesaria para que nuestros hijos crezcan y se desarrollen sanamente. Entonces, si tenés pareja, esposo, papá para tus hijos por qué no lo dejás cumplir con su rol, y por ejemplo aquellas decisiones que consensuará primero con vos, serán decisiones que afrontará como hombre y lo más importante vos podrás cumplir tu rol de mujer, haciendo lo que tenés que hacer como mujer. Y esto no significa que sos débil, que dejás de ser vos, que perdés espacios, que sos menos, no….simplemente si dejás de lado tus prejuicios, serás la mujer que genéticamente sos desde la concepción.
Podés ser ama de casa, mamá, empleada, artista, escritora, decoradora todo junto y la mujer del hombre que elegiste para compartir tu vida. Y no una versión deformada de las primeras luchadoras feministas de los años 60 y 70 que valientes lucharon por la igualdad de oportunidades laborales y de inserción social como protesta a un sistema que no les permitía ni siquiera emitir votos en las elecciones democráticas. Todo empezó con las mejores intenciones, hasta que, no se puede precisar con exactitud, el feminismo pasó a ser una manera de desprestigiar al hombre, de burlarse de él y los hombres por contrapartida salieron a defenderse de manera similar. Si buscamos en internet frases feministas y machistas vemos esto que digo, es decir en un punto, se convirtió en una lucha por un poder que nadie en realidad puede ostentar. Hombres sin mujeres, mujeres sin hombres. Recuerdo la isla de Lesbos y la filosofía que la sustentaba, también su fracaso. Y sin entrar al tema homosexualidad, porque no es lo que estoy cuestionando, ni de lo que estoy hablando,hablo de lo que es mayoría, un hombre y una mujer.
Cada uno en su lugar, amando, respetando al otro, cumpliendo cada uno su rol, no suena utópico. Es más, suena saludable.
La misandria y la misoginia atentan contra la pareja y contra la existencia de la sociedad en general, en alto o en menor grado. La violencia tanto del hombre como la de la mujer es una enfermedad que se transmite, se transfiere a los hijos, a la sociedad. Y la repudio enérgicamente.
Hablo de un equilibrio, que debe existir y es indispensable. Así como los hijos deben ser hijos y no amigos, ni compañeros de salidas.
Aceptemos que somos diferentes. Cada uno en su lugar y la casa estará en orden.
Soy mujer y hay cosas sinceramente que me encanta no hacer y que las haga el hombre de mi casa. Como a él le gusta las cosas que hago y a él no le gustan o no puede hacer, porque una charla con una hija adolescente sobre sexualidad es una tarea de mamá. Y la charla sobre sexo con un adolescente o joven varón las debe tener con su padre. Por poner un ejemplo, puedo citar otros, el arreglo del coche, reparaciones dentro de la casa en general, arreglar una gotera, un enchufe, cambiar las lamparitas y dejarnos a nosotras la decoración ,el cuidado del jardín, etc. Y atención, que están aquellas cosas que son indistintas, compartidas y en ocasiones cambiantes, como la limpieza , el paseo del perro, sacar la basura y el orden en general.
No está escrito en ningún lado que la mujer no pueda o el hombre, pero por qué complicarnos con cosas para la que no estamos preparados, es más, cosas que no tenemos ganas de haacer la mayoria de las veces.Sumando de una manera desordenada responsabilidades mal distribuidas con el consiguiente cansancio que acarrea peleas, en fin, ya sabemos cómo termina la historia.
El lema es: hacer sólo aquellas cosas que como mujer puedo, debo y quiero además, acordando explícitamente todo con mi pareja y no ocupar todos los espacios yo, como si estuviera sola y lo peor... como si pudiera, después nos quejamos de que en vez de parejas tenemos un hijo más….Y yo me pregunto, hasta qué punto no somos nosotras las que contribuimos para que esto suceda ?
Como el juego del Don Pirulero….que cada cual atienda su juego… Y agrego : en pos al objetivo en común que tenemos… Con mucho diálogo, con mucho amor, mucha empatía, con mucha philia y mucho ágape.
Sin teorías ni fanatismos, y como dice Pilar Sordo : que vivan las diferencias !
No es una competencia, es una pareja, con acuerdos y desacuerdos, debe ser “pareja” en el trabajo en común y esto se logra cuando cada uno ocupa su rol y respeta el del otro… Probemos… Y como resultado tendremos, matrimonios más felices, familias más ordenadas y las cabezas de nuestros hijos más sanas.
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