Crisis viene del griego y nos remite a un quiebre, a un rompimiento, es una de las palabras más usadas en la actualidad, en todos los ámbitos donde nos movamos y en el mundo entero y la usamos para hacer referencias a momentos decisivos.
Crisis económicas, crisis en el tema seguridad, crisis en la educación, en los distintos sistemas que mueven el mundo, crisis energéticas, con el agua, con la contaminación ambiental, con la conservación de algunas especies animales o del reino vegetal en franco peligro de extinción, etc. etc.
La palabra crisis que tanto repetimos y por ahí no dimensionamos su valor, es una buena palabra, porque si hay un quiebre necesariamente sobreviene un cambio.
Y tememos muchas veces a ese cambio. Y por naturaleza creemos o tendemos a pensar siempre en lo peor que puede pasar. En vez de apostar por lo mejor. Por qué será?
Y no digo que sea una condición sine qua non, pero los cambios que sobrevengan serán los que tienen que ser, de acuerdo a lo que hemos decidido hacer con lo que pasaba.
No voy a analizar los temas como la economía o el medio ambiente, porque no es de lo que quería escribir, sino de las crisis de pareja.
En definitivas las crisis, no dejan de ser la antesala de “cambios”, de una situación de incertidumbre, ansiedad, de esperas a nada más ni nada menos que: el resultado. Cambios necesarios, para seguir avanzando ó para re-ordenarnos y avanzar ó para directamente volver a empezar.
Y las crisis no son otra cosa que personas en crisis, consciente o inconscientemente "siempre" tenemos un grado de activa participación en ellas. Y son muy saludables, nadie va por la vida sin necesidad de hacer cambios, de transformarse, de crecer.
“Mi pareja está en crisis”, escuchamos. Y obviamente cuando estamos en crisis, estamos inseguros, “todo marchaba sobre ruedas, no sé qué pasó, entramos en crisis”… y entonces nos parece que de repente cuando caminábamos sobre tierra firme y con los ojos cerrados…un buen día nos encontramos caminando sobre un piso enjabonado, y tenemos miedo. Qué está pasando? Una infidelidad? Una mentira? Falta de comunicación? dejamos de soñar juntos? Qué nos alejó? Nos dejamos de amar? Algo pasa que nos sacude y nos deja paralizados, preguntándonos qué parte de la película nos perdimos, que no estamos entendiendo nada…
Hora de cambiar. De hacer cambios. Hora de ver que eso que nos molesta tanto nos está indicando que hay algo en la pareja que debe necesariamente cambiar. Y no digo que “debemos cambiar de pareja” , “o terminar la relación”. Pasa, que después, debido a las crisis de parejas, muchas se disuelven, se terminan. Porque no había más remedio, o sí.... Pero a veces, sucede una transformación que la hace renacer.
Y esto es lo que debemos tener presente.
No podemos huir ante la primera crisis, el primer problema. Si algo “hace ruido” hay algo que modificar, que hacer , algo de lo que hablar…ó mejor dicho…mucho de que hablar…. Elasticidad en los pensamientos, empatía (me pongo en el lugar del otro y por un momento siento "como si" fuera el otro) escuchar al otro con auténtico interés en lo que le está pasando… sin interponer mis intereses...Sin sacar en la conversación y justo cuando el otro habla reproches de situaciones pasadas, donde vos sacás el perro al parque más veces, ó la madre de él ó ella se mete más que la tuya en la relación.
Escuchar es escuchar, no interrumpir...Es no hablar hasta que llegue tu turno.... Dejando mi "yo" demandante y a veces un poco "victimizado" ó "negador" ... Y si logro hacer esto, el otro se abrirá y nos permitirá a nosotros también poder hablar y ser escuchados y validados.
Nos amamos? Bien, con buena voluntad, tiene solución… No nos amamos? Entonces los esfuerzos serán en vano, si no hay dos que se aman, no sirve que uno solo sí.
Como dice Walter Riso “no creo en las parejas que no discuten nunca o no tienen crisis ”, y yo tampoco. Si estás en crisis hay cambios por hacer, hay necesidades que buscan ser satisfechas y no hay mejor manera de satisfacerlas que ponerlas en palabras y que te escuches y te escuche tu pareja.
Muchas parejas se terminan porque atraviesan las crisis “aguantando” la situación. esperando que el otro "adivine" o sea un mentalista que sepa todo... Y ese no es el modo. Ó lo que es peor, porque los integrantes de la pareja hablan primero con amigos, familiares. Error. Y grave error. Sin dudas la gente que te quiere te desea lo mejor, pero si estás en pareja la primer persona con la que tenés que hablar es precisamente "con tu pareja".
Y también es cierto, que a veces el amor se termina, y no hay solución, pero casi me atrevo a asegurar, que si de verdad los dos se amaban, algo que se pudo hacer, no se hizo , ó que uno de los dos no amaba tanto ó no estaba comprometido con el proyecto en común, ó no pudo comunicar a tiempo (no había una buena comunicación) o no era un vínculo saludable y había celos enfermos, ú otros males relacionados a historias de vidas donde hubo carencias afectivas, y no se buscó ayuda profesional como pareja a tiempo.
Pero son mayoría las parejas que en realidad terminan por una cuestión facilista, y por creer que "vivir el hoy" significa poca tolerancia, no hacer ningún esfuerzo, y probar con una persona, y después con otra...
Ni hablar de donde salen esas personas. Porque generalmente se buscan en sitios web.
El amor se termina, básicamente, cuando no lo cuidamos, cuando no le damos la importancia que tiene. La relación se termina cuando dejamos pasar cosas y desviamos la mirada, cuando intentamos encontrar en el afuera lo que está adentro. Entonces muchos, en vez de hablar… lucubran en “lo que andará el otro” y se ponen a pensar en qué harán una vez que todo estalle. En vez de prevenir y salvar…. Mejor dejar pasar…y que sea lo que Dios quiera….(???)
Hay situaciones, como por ejemplo, en la pareja, donde dejar fluir tiene sus límites, somos responsables del vínculo que tenemos, el amor, las relaciones no son cuestiones azarosas, fortuitas, no es voluntad de Dios ó el Universo.
Por qué no poder tener una mirada superadora, esperanzada de las crisis? Por qué no creer que pasaremos a un nivel más alto y más profundo después de ellas?
Es nuestra voluntad y nuestra decisión. Es poner manos a la obra y poner "el pecho a la situación".
Es madurez y es valorar que vivir intensamente la vida, no es sinónimo de dejarla librada al destino...ó señales ó predicciones...
El destino lo hacés vos! con tus decisiones, equivocadas o no, pero tuyas.
La magia existe, vos la creas en la medida que creas tu propia realidad...