lunes, 22 de febrero de 2016

Cambios Radicales (Clr.Gabriela Birri)

Los grandes cambios traen aparejados múltiples y variadas vivencias.Sea que hablemos de cambios positivos o de cambios que deben hacerse a fuerza de una inesperada situación que puede traer aparejado dolor y desconcierto. Pero en este caso, voy a dedicarme a hablar de los cambios positivos, por ejemplo, aquellos que implican un cambio radical en nuestras vidas; que, si bien al principio están acompañados de una fuerza arrolladora, en el transcurrir del tiempo van adquiriendo matices nuevos, sorpresas y así como avanzamos, podemos estancarnos o retroceder.Estos Grandes Cambios podrían, por ejemplo ser: Abandonar un trabajo porque amén de la seguridad que pueda brindarnos, no nos hace felices, o no nos permite desplegar nuestro potencial ó simplemente no corresponde a nuestros ideales o sueños… Mudarnos a otra ciudad, cambiar de carrera, hacer un largo viaje ó por qué no, separarnos de nuestra pareja, porque un día nos dimos cuenta de que la relación nos hacía muy infelices y decimos comenzar solos una nueva vida, comenzar un negocio, etcTodos en algún momento de nuestras vidas nos hemos visto frente a desafíos de esta naturaleza, lo importante es que, sea cual fuere este gran cambio, podamos ir viviéndolo paso a paso, sin miedos, sin ansiedades, sin apegos. Suena muy bien y hasta fácil, pero en la práctica no suele ser tan sencillo. En una era donde el exceso de pensamiento mágico nos abruma constantemente, no es tarea sencilla salir indemnes de la sensación inmediata de fracaso frente a los imprevistos que un gran cambio conlleva.En primer lugar, tenemos que tener en cuenta que “nada que vale mucho cuesta poco”. Y que dejarnos llevar por las ilusiones no nos conducirá por lugares seguros por mucho tiempo. Por ende, debemos llevar como bandera nuestras ilusiones y sueños, pero debemos tener en cuenta que el timón de nuestro barco, necesita una brújula y un capitán (nosotros mismos) que pueda medir algunos riesgos de estas nuevas aguas.Por otro lado, también es bueno saber que la ansiedad es mala consejera cuando la obra que vamos a emprender es más grande de la que estábamos acostumbrados, por eso es bueno, siempre pensar en algunas preguntas que debemos hacernos a nosotros mismos, a la hora de emprender estos cambios tan grandes:• esto que voy a hacer, ¿lo hago porque realmente quiero/deseo/anhelo? ¿O alguien me condiciona a hacer algo de lo que no estoy muy convencido?• ¿realmente va a significar un cambio positivo que me ayudará a crecer como persona y desarrollar al máximo mis potencialidades y mejorar mi calidad de vida? • ¿cuánto tiempo va a llevarme concretarlo realmente?• ¿cuento con los recursos materiales necesarios para llevarlo a cabo? De no ser así, ¿cómo podría obtenerlos?• ¿qué cosas perderé y cuales obtendré a partir de este cambio?• ¿cuáles serían los pasos que tendría que dar en la primera etapa de transición entre lo que tenía y lo que quiero obtener?Luego que vayamos pudiendo pensar en estas importantes preguntas, también tenemos que saber que todo lo que hagamos no depende solamente de nosotros, sino que dentro del entramado que representa la realidad, la sociedad, las relaciones humanas, nuestros actos siempre están condicionados por circunstancias ajenas a nuestra voluntad, que pueden hacer que nuestro proyecto se vaya concretando en tiempos más lentos que el que creíamos y esto, no debe producirnos sentimientos de desazón ó angustia, por el contrario debemos saber que aunque quizás debamos esperar un poco más, podemos ir capitalizando las esperas y concentrándonos aún más en detalles que seguramente frente a un gran cambio siempre se nos escapan. Pensar en esa espera, en otras posibilidades que optimicen otros matices de las etapas que se avecinan. Porque, sin dudas los cambios rotundos que podemos programar, requieren además de tiempo, una buena dosis de paciencia.Es importante poder tener en claro que debemos atravesar al menos tres etapas importantes hasta poder concretar el cambio. Y también es bueno saber que viviremos en el transcurso, momentos de incertidumbres, temores, alegrías, tristezas, nostalgias, ansiedades, enojos y que siempre es bueno contar con el apoyo de aquellos que consideremos buenos consejeros y buenos compañeros para que nos alienten, nos escuchen empáticamente y nos ayuden a mirar desde otra óptica lo que vamos haciendo. Porque, no debemos olvidarnos que es muy difícil que logremos un gran cambio sin ayuda de alguien significativo, somos parte de un entorno, de un grupo, siempre. Y es importante escuchar nuestra voz interior y confiar nuestro emprendimiento a aquellas personas que no tengan ni exceso de negatividad, ni exceso de positivismo, para que no nos detengamos, ni nos apresuremos.Por último, cada paso que demos deberá hacernos sentir plenos, alegres, entusiastas, como bien dice Alejandro Jodorowsky "Sabemos que estamos en el camino correcto cuando a cada paso podemos sentir alegría"